Se denomina implante en dos fases debido a que el protocolo terapéutico recomienda ejecutar el implantes en dos tiempos. Antes de iniciar con la primera fase, es necesario un exhaustivo estudio y planificación para evaluar la situación ósea del paciente.

Luego de valorar la mejor posición del implante, se realiza la de la intervención quirúrgica denominada primera fase. El procedimiento para sustituir el diente perdido, inicia con la instalación de la “raíz artificial”, el odontólogo interviene la encía hasta acceder al hueso, previa administración de anestesia, una vez adecuado el acceso para la colocación del implante, se procede a la instalación de la base de tornillo de titanio; luego se cierra la herida procediendo con la suturación de la encía.

La segunda fase es la colación de la corona dental, lo que normalmente es un procedimiento menos complicado; se aplica después de dos o tres meses, evaluando la reacción del cuerpo al implante y la integración con el hueso y los tejidos.

Con la colocación de los implantes dentales termina el tratamiento, no obstante el paciente debe acudir a la clínica posteriormente, para que el especialista evalúe la evolución de los resultados y el mantenimiento de ser necesario.

Una de las ventajas del implante dental es que evita la caries, es nula la posibilidad de que el diente de titanio y cerámica contraiga una de las enfermedades infecciosas más comunes en el mundo.