Las cirugías más frecuentes son: extracción de piezas dentales, cirugía maxilofacial, gingivoplastia, reposicionamiento labial, cirugía de terceras molares, implantes dentales, extirpación de lesiones, tracción de dientes retenidos, plastia de frenillos labiales, extinción de tumores maxilares o de la cavidad bucal y la cirugía por bruxismo.

La cirugía bucal pese a ser una de las más antiguas especialidades necesita un cultivado perfeccionamiento; para iniciar con el procedimiento es necesario un riguroso diagnóstico y la aplicación de técnicas adecuadas para evitar dolores postoperatorios, hemorragias, infecciones locales, hematomas y edemas postoperatorio, hipoestesia, dehiscencia de la sutura, fracturas óseas y alteraciones de sensibilidad.

Algunos tratamientos complejos como la de pacientes oncológicos requiere una atención minuciosa, integral y ordenada, con la necesaria intervención de un equipo multidisciplinario; y ceñirse estrictamente a un protocolo de atención odontológica.